Soy yo

Sergio Ruiz

El de la foto a la izquierda soy yo.

Pero aquí no vengo a decirte que soy una buena persona, ni que mi visión y mi misión van a cambiar el mundo y te van a hacer más feliz. 

Y no te lo voy a decir porque eso no te interesa. No estás aquí para leer textos románticos. 

Llegaste aquí por otra razón, así que no te haré perder el tiempo.

Soy consultor del sector educativo, a eso me dedico. 

Las escuelas privadas son un negocio, pero muchos dueños y directivos no se atreven a decirlo, Yo sí, y por eso las hago más rentables de lo que son ahora.

¿Basta con eso para ti? Posiblemente no, posiblemente sí. Eso sólo tú lo puedes responder, pero eso hago, y muy bien, por cierto.

¿Y eso a tí que te interesa?, pues mira…

Cuando me gradué en una universidad pensé que eso sería suficiente para vivir el resto de mis días. Tenía 22 años. Con esa idea empecé mi “carrera corporativa”

Una evaluación sincera de esa “carrera” me dice que no era bueno en ella porque nunca obtuve un ascenso. 

Pero mis miedos y mi apego al ingreso seguro me tuvieron en ese lugar durante 28 años. Sin embargo, ahí aprendí cómo vender y administrar negocios de millones de dólares.

Un día mi superior me dijo que yo ya no era necesario en esa empresa. 

Mi liquidación fue generosa y de inmediato pensé en invertir en el arranque de mi propio proyecto.

Una semana después mi mujer tuvo que ser ingresada al hospital con graves complicaciones en el embarazo que teníamos.

Una niña nació prematuramente, entonces tuve a dos hospitalizadas.

El hospital se devoró todo mi dinero, todos mis planes y sólo mi esposa sobrevivió.

Para mi, la salida fácil era volver a hacer lo mismo, trabajar para alguien más. No pude hacerlo.

Con 50 años en la espalda no hubo quien me quisiera en su nómina.

La única opción fue la que tienen los desempleados en México: ser profesor.

En la academia aprendí que abundan los eufemismos, que las cosas no se llaman por su nombre.

Por ejemplo, a los clientes se les llama matrícula y a los descuentos se les llaman becas.

También aprendí que tienen modelos de negocio que no son rentables, que también tienen activos que no conocen y menos aprovechan.

Las escuelas privadas son negocio, pero seamos sinceros, la inteligencia de sus dueños y directivos no les alcanza para migrar a un modelo que es más rentable y eficiente.

Si te desenvuelves en el sector educativo, ya te has identificado con lo que te he dicho.

Y más lo harás cuando te diga que la tensión que vives cada inicio de ciclo escolar está de más, puede acabarse.

No tuve ascensos en mis trabajos porque digo las cosas como son. 

Y como consultor eso es lo que haré. Te diré cosas que van a hacer que te retuerzas de dolor, pero son parte del tratamiento.

Si quieres vivir y aprender de mis historias, te mando un email para que las leas.

Si quieres tenerlo, te lo regalo. 

Y si llega el día en que no quieres saber más de mí, será el momento en que me devuelvas el regalo, te das de baja y listo. Seguriás respirando.



Aquí abajo está tu regalito, atrápalo porque tiene tu nombre...

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