¿Ser desempleado o ser profesor de cátedra?
La academia se ha vuelto una salida para el desempleado. Esto es real en algunas universidades de México cuyo modelo de negocio es no contar con una facultad sino sólo profesores por horas y la pregunta de quien no tiene empleo es: ¿Ser desempleado o ser profesor de cátedra?
¿Qué es un profesor de cátedra?
¿Qué significa profesor de cátedra? Un profesor de cátedra es un título que se le otorga a un profesor universitario en algunos países de América Latina, como México, Colombia, Chile, Argentina y otros países de la región.
Este título se utiliza para referirse a los profesores que han demostrado un alto nivel de experiencia y logros en su campo de conocimiento, así como una trayectoria académica sobresaliente.
Los profesores de cátedra son contratados por las universidades para llevar a cabo alguno de los siguientes roles: impartir clases, realizar investigaciones y contribuir al desarrollo académico de la institución mediante la impartición directa de clases en las aulas.
En la gran mayoría de los casos, los profesores de cátedra son contratados de manera temporal y se les paga por hora o por curso impartido, mientras que son muy pocos los casos en los que son contratados a tiempo completo y recibir un salario fijo.
Algunas de las instituciones que sólo tienen profesores de cátedra demandan exclusividad, es decir, que sus profesores de cátedra no impartan clases en otra institución. Sin embargo, esta exclusividad no mejora su ingreso.
En cualquier caso, su papel es importante en la educación superior, y el régmien en el que son contratados depende del modelo de negocio que tiene la institución para la que laboran.
La Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), tiene un trabajo de investigación sobre el impacto de un profesor de cátedra sobre los estudiantes.
Ser Profesor de Cátedra en México
Esta ocupación no es nueva, siendo estudiante yo mismo tuve algunos profesores de cátedra, pero, en contraparte, más del 90 por ciento de los profesores eran de planta y muchos de ellos dirigían trabajos de investigación.
En las últimas décadas, han surgido universidades que no tienen facultad y todos sus profesores se desempeñan por horas. Este modelo de universidad ha llevado a que muchos profesionales vean la docencia como una salida al desempleo, mientras que las escuelas deben lidiar con un altísimo porcentaje de rotación pues aún en medio de un ciclo académico, pues el profesor emprende la huida cuando consigue colocarse en un nuevo empleo.
No estoy contra las clases de cátedra, al contrario, hay muchos profesionales en el mundo laboral de quienes sería una falla monumental no aprovechar su experiencia en la academia.
El modelo de universidad de profesores de cátedra
Mi punto en esta nota es sobre los casos en que dar clases se convierte en el último recurso para salir del desempleo. En estos casos, he sido testigo de escuelas que, ante la urgencia de reemplazar a un profesor que ha conseguido un empleo, reclutan tan sólo a quien cubra con lo que llaman el “perfil SEP” pensando en que su preparación académica será suficiente en el aula, y quienes hemos estado frente a un grupo de estudiantes, sabemos que no es así.
¿Ser desempleado o ser profesor de cátedra? ¿Que es mejor? No hay duda de que el desempleo empuja a los profesionales a trabajar “en lo que sea” y esa visión resulta un gran riesgo para la calidad que se puede imprimir a los egresados.
Desde luego que no todo desempleado que llega a la academia es un mal profesor, yo mismo puedo atestiguar que muchos de ellos han llegado a ser de los mejores profesores que conozco.
En este modelo, las universidades destinan mucho recurso humano y económico para mantener un proceso de capacitación constante en cada nuevo desempleado que se convierte en profesor.
Las ventajas de tener profesores de cátedra
Para las escuelas particulares, el modelo de negocio de profesor de cátedra ofrece ventajas para los estudiantes, en tanto que estos últimos pueden aprovechar las experiencias de vida laboral de aquellos.
A pesar de que antes he dicho que el modelo de profesores de cátedra es una salida para el desempleo y que esta práctica puede ser un riesgo para el nivel académico de los estudiantes y su empleabilidad una vez egresados.
No todo es mal y en este sección quiero comentar el lado bueno de este modelo de educación que es el que idealmente se ofrece, es decir, la ventaja de ser profesor de cátedra.
La formación técnica que involucra la experiencia profesional del profesor es una que debe ser valorada entre las instituciones de educación superior pues, como he insistido en otras publicaciones del blog, en el aula no todo es información.
En este tipo de educación la ventaja obvia la llevan las profesiones relacionadas con la práctica médica donde no puede concebirse el ejercicio profesional sin una experiencia práctica previa y supervisada.
La propuesta es que la experiencia y estructura que tienen las profesiones médicas se lleve a otra área de la preparación universitaria. No basta con prácticas profesionales, creo firmemente que todo profesor que comparte su experiencia profesional en el aula y aplicada al curso que está ofreciendo, tiene mayor impacto que la sola preparación metodológica y técnica.
Entonces ¿Ser desempleado o ser profesor de cátedra?
Mi experiencia en la educación dice que, si bien el modelo es útil para estas universidades, quienes pagan el precio son los estudiantes, quienes deben sobreponerse a la novatez de cada nuevo profesor y arriesgarse a no ver más a sus mejores profesores porque han emigrado al mundo laboral.
Todo modelo de educación es perfectible y que una universidad no tenga facultad también lo es. El modelo de negocio del profesor de cátedra tiene riesgos, pero también ofrece ventajas.
¿Eres profesor de cátedra? Yo lo he sido ¿Cuál ha sido tu experiencia? La mía es enroquecedora desde el punto de vista del profesor.
¿Ser desempleado o ser profesor de cátedra? Esta pregunta es más bien dirigida a las escuelas que tienen ese modelo de negocio y que, sin saberlo, o sabiéndolo, están dejando de lado el activo más valioso que poseen para mejorar la captación de alumnos y retención escolar.
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